“Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos”
Eduardo Galeano.
¿Quién se podría imaginar que algo como lo que estamos viviendo el día de hoy podría pasar? Es una pregunta que seguro todos nos hicimos en algún momento desde que esta cuarentena por la vida comenzó.
Por lo anterior en este espacio voy a compartir con ustedes algunas reflexiones que considero importantes frente a este tiempo, pues pienso que esta situación no es algo que simplemente debemos esperar que termine, de este acontecimiento tienen que salir cambios, verdaderos cambios; por lo menos en la forma de ver las cosas.
Lo único cierto en toda esta cuestión es que los seres humanos somos la única especie que tiene consciencia de sí misma y la única que siempre está buscando realizar verdaderas modificaciones sobre el mundo. Sin embargo en este punto hemos modificado tanto el mundo en el que vivimos que ha llegado el momento en la historia de preguntarnos: ¿Qué se puede cambiar y qué se debe respetar en el orden del mundo?
Por mucho tiempo los seres humanos hemos cambiado todo, incluso lo que no hicimos nosotros, hemos sido capaces de crear ciudades, levantar pirámides, escribir libros y poesías maravillosas, pero también hemos sido responsables de grandes guerras y de la creación de armas tan destructivas como las bombas nucleares, demasiado irónico ¿no?, somos la especie más inteligente sobre la tierra y sin embargo utilizamos esa inteligencia para crear un arma que nos auto-destruiría. Con esto no quiero decir que seamos responsables de lo que está pasando, quiero decir que somos responsables de usar nuestro conocimiento para beneficio de todos o no.
Por lo anterior, mi invitación es la siguiente: todo el tiempo de nuestras vidas que invertimos en educarnos, en aprender un arte o una ciencia no debe ser visto como algo hecho para fines codiciosos, sino algo hecho para la convivencia, la alegría y finalmente ayudar a los demás, es que no se trata de obtener títulos o acumular conocimiento, sino de la clase de seres humanos que somos. Aunque no somos los únicos seres capaces de aprender, si somos los únicos responsables de decidir como usar todo ese conocimiento que hemos obtenido. En este momento el mundo necesita que la humanidad entera aprenda a detenerse un poco, a valorar lo realmente importante, a respetarnos y ayudarnos, después de todo las fronteras son invisibles, esas barreras solo están en nuestra mente, necesitamos aprender que somos un solo mundo y que lo que afecta a unos, algún día también nos puede llegar a afectar a nosotros.
Necesitamos aprender que la vida también educa y que esta experiencia nos debe dejar una lección.
En lo que respecta a mí; este alto en el camino me enseña que no me puedo pasar el resto de mi vida repitiendo los mismos errores, que el verdadero valor de la existencia esta en las cosas pequeñas y sencillas, que muchas veces se nos vuelven paisaje, que no puedo confundir la vida con las herramientas que me ayudan a vivirla.
Sara Barrera Montoya.